Pertenece a ti esta incoherente lágrima.
Este dolor, estas ansias que envuelven mi cuerpo.
Culpable la mirada que invade mi alma,
culpables tus gestos perfectamente falsos.
Al cerrar los ojos ,
mi mente es asediada por tu rostro,
tu rostro falsamente perfecto.
Como quema el frío de tus labios.
Como duele tu indescifrable silencio.
Anhelo tu esencia, cada vez más distante.
Distancia ahora escrita.
Pertenece a ti esta coherente resignación.
De aquél desdén,
propio de maléficas almas.
Este dolor, estas ansias que envuelven mi cuerpo.
Culpable la mirada que invade mi alma,
culpables tus gestos perfectamente falsos.
Al cerrar los ojos ,
mi mente es asediada por tu rostro,
tu rostro falsamente perfecto.
Como quema el frío de tus labios.
Como duele tu indescifrable silencio.
Anhelo tu esencia, cada vez más distante.
Distancia ahora escrita.
Pertenece a ti esta coherente resignación.
De aquél desdén,
propio de maléficas almas.
2 comentarios:
da la sensación de que eres acechada... perseguida por sus encantos que tanto hieren y abandonada en el fúnebre silencio de un pie en el aire.
La adjetivización de los sustantivos te permite humanizar determinadas sensaciones, lo que de alguna forma le da un carácter "doblemente humano" a quien se ve agobiado por el dolor y el sufrimiento.
En general, debo decir que me gusta, aunque honestamente prefiero la temática del amor en su versión más fanáticamente cursi, simple y revolucionaria. Si hubiera que ponerle un nombre a eso, Benedetti basta y sobra.
Un abrazo, camarada.
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