Entradas populares

martes, 23 de agosto de 2011

Te cuento en rima cruzada




I

Te cuento,
Con una pizca de dolor
Y una cucharada de ilusión,
Que te amo a todo momento.
Ese es el inicio y el final de este cuento.

¿Cómo olvidar la leyenda de los amantes?
Las risas en la madrugada,
El cóctel de amor que te regalaba.
Las discusiones
Filosófico políticas más apasionadas.
Las más felices de las mañanas.
En las que se acompañaba el pan con una caricia.

No me queda más que el cuestionar…
¿es virtuoso el batallar?
¿Qué derechos avasalla mi alma?
Pásame otra botella,
Y un puto cenicero.
Pues de cenizas en la cama,
Ya me sobran los recuerdos.

Inhalo el humo,
Casi tan delicioso como tus labios.
Solo me queda encender un cigarrillo más,
Solo uno…
A la mierda la inseparable realidad.

Me tropecé,
Qué torpe,
cai en el pozo del amor no correspondido,
De ira y agresiones
A amor
Y rendiciones.

Sobre incansables noches,
Susurra el viento sus versos.
De quien se enamoró,
De quien perdió.
De quien jamás se rindió.

Cuentan que es una absurda obsesión,
parece una dama enloquecida, dicen ellos.
Por lo pronto, te regalo los versos que cada día te escribo,
en honor al corazón.
Y te relato el porqué,
Pero en rima cruzada,
De mi eterna espera.
Sí, tal cual cuento de hada.


II




Aún recuerdo momentos del final desautorizado,
en el que se detuvo mi corazón.
De todas las promesas que, con lágrimas, habíamos realizado,
La que susurrabas que nunca me dejarías no pensé fuese invención.

Repetidos días bajo las sábanas esperé tu arrepentimiento.
Eras todo para mí, el mundo dejó de poseer sentido.
No conseguía recibir caricias ni del viento,
Seguía sólo en busca de tu latido.

De un día para el otro tu cariño olvidaste,
Yo temía un estúpido final irremediable
Y con desdén me trataste.
Te odié, ¿pero al amor quién lo entiende? Es inexplicable.

Tan solo en este espacio quería comentar
Que aún no sé cómo vivir sin tu sonrisa,
Que aún me cuesta cada mañana al despertar.
Y que no exijo prisa.

Eres tú, lo sé ahora más que antes.
Sé que mi triste alma no está en todo su esplendor,
Pero a pesar de los errores andantes,
Fuimos felices al sumergirnos en aguas de amor.

Esperaré lo que tenga que esperar,
Para que dejes de humillarme
Viajaré dónde tenga que viajar,
Hasta que recuerdes lo bello que es amarme.

Es que no entiendes cariño mío,
Seguiría dando mi vida por ti
Nunca le prometí al vacío.
Y Sí te lo prometí a ti.

viernes, 27 de mayo de 2011

¡Finalmente! Presentación del Poemario: Versos de Hadas

JUEVES 2 DE JUNIO:

Dédalo Arte & Artesanía, Paseo Saenz Peña 295, Barranco
8PM
Habrá poesía, música, vino, en fin... arte.


Un prólogo personal que no saldrá en el libro:

Considero relevante comentar que el proceso de elaboración de este poemario empezó a mis quince años, mientras lo creaba, creaba también un refugio, donde las emociones al límite eran bienvenidas y no parte importante de una serie de pruebas para asegurar la demencia. Versos de hadas se ha convertido en un diario artístico cuyo principal objetivo ha sido deleitar a aquellos lectores con la expresión más sincera de mi misma, pues la entrega es total, y la censura entre mis lágrimas y el teclado, inexistente. En él revelaba aquél rincón oscuro que siempre escondemos, aquél rincón usualmente hiriente, ocasionalmente mágico. Es esta ocasional pero intensa magia la que estimula la idea de cuentos de hadas, pero, obviamente, siendo versos. Son estos poemas donde la exaltación de los sentidos y de las emociones, tanto de rabia como del más sincero amor, lo que iluminaba mis más oscuros días expresando esa autenticidad tan difícil de exteriorizar. Entraré entonces al tema de identidad, según la mayoría, soy excéntrica, según mis amigos, estoy loca; según los desconocidos, soy un punto de interrogación. Quizás el único lugar donde me identificaré será dentro de ciertos versos, dentro de cierta musicalidad, de cierta magia que alimenta tan desesperadamente mi alma, quizás, irremediablemente desorientada.

Desearía que los versos de hada sean aquellos que tengan ciertos efectos en los lectores, como soñar despierto, llorar al relacionarlo con la propia existencia, apreciar una singular musicalidad, enfrentar un sinnúmero de extremas emociones, etc. Además, mi prioridad aquí es contemplar el proceso de construcción de la identidad de una niña que está tratando de no crecer; no como se supone que debería, al menos.

Es el conjunto de versos y la construcción entera de ellos el mensaje que quiero proporcionar. Esperanza ante las adversidades, dolor inherente al amor, desesperación ante pérdidas, crisis existenciales, cuestionamientos de la propia cordura… estas y otras son el reflejo de un intento por conocerse a uno mismo con respecto a la sociedad a la cual pertenece y con la cual convive.

La última sección “de vuelta al olvido”, trata de ser un estímulo, pues son los últimos poemas que han sido escritos, es decir, este proceso funciona, para conocerse y salir del hoyo de la desesperación constante. Sin embargo, al volver al olvido quiero decir que la realización personal y la superación de las dificultades personales, no está necesariamente (al menos no para todos, menos para las hadas), en encajar de forma productiva y esperada en la sociedad. Por ejemplo, “¿No puedo rimar porque hoy en día ya no se rima?” Pues lo siento mucho, mis inspiraciones más ardientes no son “de hoy en día”. Todos pueden encontrar su lugar, lo que no podemos hacer es creer que si alguien no “encaja” es porque es disfuncional, enfermo mental o un inútil soñador.

Soñar jamás será inútil; Sobre todo en tiempos de crisis. Escribir jamás será inútil; Sobre todo cuando en las líneas encuentres a las más bellas y fatales de las emociones, entre ellas, la verdad.


lunes, 2 de mayo de 2011




Aún recuerdo momentos del final desautorizado
En el que se me paró el corazón
De todas las promesas que, con lágrimas, habíamos realizado,
La que susurrabas que nunca me dejarías no pensé fuese invención.

Repetidos días bajo las sábanas esperé tu arrepentimiento.
Eras todo para mí, el mundo dejó de poseer sentido.
No conseguía recibir caricias ni del viento,
Seguía sólo en busca de tu latido.

De un día para el otro tu cariño olvidaste,
Yo temía un estúpido final irremediable
Y con desdén me trataste.
Te odié, ¿pero al amor quién lo entiende? Es inexplicable.

Tan solo en este espacio quería comentar
Que aún no sé cómo vivir sin tu sonrisa,
Que aún me cuesta cada mañana al despertar.
Y que no exijo prisa.

Eres tú, lo sé ahora más que antes.
Sé que mi triste alma no está en todo su esplendor,
Pero a pesar de los errores andantes,
Fuimos felices al sumergirnos en aguas de amor.

Esperaré lo que tenga que esperar,
Para que dejes de humillarme
Viajaré dónde tenga que viajar,
Hasta que recuerdes lo bello que es amarme.

Es que no entiendes cariño mío,
Seguiría dando mi vida por ti
Nunca le prometí al vacío.
Pero sí te lo prometí a ti.

domingo, 20 de marzo de 2011

temblorosa ante el adiós



¿Es real este tumulto en mis entrañas?
Podría realmente, desaparecer en un intento por volver.
¡Siempre desvaneciéndome!
En un desorden inquebrantable,
¿Cómo vivir si mi alma no vive?
¿Cuerpo? ¡qué cuerpo ni qué razón!
¿De qué servirá si ya con nada puedo soñar?
¡Si hasta mi mitad del delirio se cansó!

En interminables lágrimas reposa mi dolor.
De manera infinita, desenvainé mi inestable corazón.
Y crueles tus ojos se agitan, hacia un adiós inesperable.
¡Colosalmente inexplicable!

¿Cómo seguir viviendo creyendo en la ajena bondad?
¿Es hora de saltar lejos del acogedor firmamento?
O volar quizás, más alto que nunca.
Buscando la verdad.
Inclusive si las heridas se olvidan para siempre de cicatrizar.

Un hada está triste




Me contaron que un hada andaba triste por la ciudad,
Ya que pocos de los suyos sobrevivieron el tumultuoso camino,
porque se topó con increíbles decepciones.
Triste. Por un soñar excesivo,
por no querer aceptar “la realidad”.

Desorientada,
en la gigantesca metrópoli se perdió,
No sabía qué decir,
No sabía a dónde ir.

Por ello decidió marcharse,
Lejos del sinsentido,
A un recóndito y mágico bosque.
Donde reinara la fantasía.
Donde nadie más pueda partirle el corazón.

Me contaron que meditó al respecto,
Le invadió la nostalgia, en efecto.
El miedo del adiós forzado,
De las manos congeladas.
De la posible demencia.
Con sus lágrimas formó un rio entero.

Desesperada, gritó ensordecedores truenos,
Lanzó rayos de rebeldía.
Dejó atrás aquella estúpida inocencia.
Y finalmente, pegó aquella curita a su corazón.

Cuando percibió que el mundo,
sin querer, ella estremeció…
Su hogar por fin encontró,
En las saladas aguas que su dolor generó.
Pues allí estaba su sustento,
En el permanecer auténtico,
En el dolor ingenuo.
En la fuerza de su bondad.

Fue entonces,
que aún con su sinceridad de niña,
Volvió a amar,
esta vez, aseguró ella, para siempre.

viernes, 4 de marzo de 2011

Taita




Extraño tu aroma de hierbas y tabaco,
Tu amor, tus gigantes lentes y tu sonrisa.
Ahora ya ningún cristal me protege,
De esa endemoniada enfermedad,
Del inminente “y nunca más”.

Ahora entiendo el dolor de tu mirada,
Sabiendo que pronto ya no estarías.
Y mil perdones por ser niña,
por no comprender cuánto te extrañaría.
Por ausentarme,
Por negarme a ver lo que dolía.

Daré todo de mi,
para que estés orgulloso siempre,
desde donde sea, por donde vayas.

Si pudiera acercarme a aquél sillón,
Inundarte de abrazos y filosóficas reflexiones…
Jugar con tu gorrita de paja y decirte apropiadamente adiós,
No tengo idea de qué te diría.
Solo sé que no me permitiría llorar,
Pues al sonreír, así me debes recordar.