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lunes, 19 de noviembre de 2007

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Me ahogué al recordar tu dulzura.
Lloré al verte partir, sin derramar al menos una lagrima.
Fuiste un joven de mejillas suaves, con un perfume de pureza.
Fuiste al mundo desconocido, sin haber llegado a conocer este.
Como niña observaba el drama, mis ojos perdían la visión.
Mis llantos perdían sus lagrimas, mis gritos su eco.
Suspiré al imaginarte aquí.
Desolada niña sin cobijas, sin sueños.
Solo podía verte sin verte, solo podía tocarte sin sentirte.
No quería que te fueras, no querías irte.
Aún oigo el eco de tu risa sinfónica, de tu llanto ardoroso.
Debiste quedarte, tu joven corazón latería.
Debiste amarme, conmigo respirarías.
Mis fuerzas aún me sostendrían.
Intentaste contarme algo pero tu boca no se movía.
Intentaste decirme adiós pero ni fuerzas tenías.
Tu fotografía guarda un rencor, un inigualable dolor.
De tu álbum me robé un retrato, que no me atrevo a mirar.
De este dolor evito llorar.
No debiste haber sufrido, debiste haber vivido.
Moriste, ni me di cuenta.
Moriste y no me anticipaste.
Moriste y no pude impedirlo.
Moriste, me dejaste.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Cenizas de amor


En las sabanas, las cenizas.
De lo que solió ser fuego.
nuestros cuerpos desnudos, se quemaron en la oscuridad.
En aquella noche que apenas se oía la melodía de nuestra respiración,
te encuentras prudentemente horizontal, junto al vino, junto a los sueños,
Brota la melancolía, de origen aún indescifrable.
Talvez esta felicidad no cabe en mi tímida sonrisa.
En mi mente están los retratos, los versos mal escritos.
En mi mente está la copa de mis manos, el gusto del pecado.
Sonríes, con tu sonrisa tan conocida, tan infinitamente amada.
Producimos escalofríos de amor.
De sexo y de pudor.
Tu cuerpo arde, yo ardo.
Se siente el alcohol, pretexto.
Dolor, encanto, adhesión.
Junto aquella guitarra, que tantos celos me ocasionó…
Nos amamos, sin explicación.
Te entrego mi cuerpo, mi alma, mis cicatrices.
Se pasan las horas, tus ojos se cierran sin autorización.
Exhausta, admiro mientras sueñas.
Se caen los miedos, me ahogo en un charco de satisfacción
en nuestro lecho de pasión duermo, eternamente tuya.

Agonía premeditada


Agonía que traen los gritos que di silenciosamente.
El corazón despedazado que te aprovechaste.
Agonía que traen las lagrimas que por ti llore.
El circulo familiar sumergido en suciedad.
Agonía proveniente de las privaciones.
Que en un intento de suicidio intenté evitar.
Agonía del aprisionamiento,
La maldición de la dolencia.
Agonía de la rabia entristecida,
De las mentiras constantes.
Agonía de los estúpidos prejuicios.
De la borrachera incurable.
Agonía del aislamiento voluntario,
Del irresistible deseo de seguir muriendo.
Agonía de respirar tan difícilmente,
de llorar tan naturalmente.
Agonía de alejarme por obligación.
De abstenerme de abrazos amigables.
Agonía como resultado de palabras crudas.
De miedos insolentes.
De suspiros resignados.
Agonía causada por desconsolados poemas como este.

Senil Abril


Aún recuerdo aquel día de abril,
Ese nerviosismo infantil, ese perfume de amor.
Me encontraste bajo la luna, me besaste sobre las flores.
Te entregué mi intocable alegría, mi más absurdo secreto.
Hoy necesito sentirte, verte y tenerte.
Rozar tu piel junto con la mía.
Sentir el aroma de tu aliento exhausto.
Hoy necesito abrazarte hasta olvidarme del mundo.
Entregarme para unir nuestro cuerpo en eterna armonía.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Dulce Niña


Dulce niña,
Andando en caminos desiertos
Ojala el drama no te envuelva en sus brazos.
El drama que se pierde en la insensatez de tu ideología.
Sigues caminando, llegó la incertidumbre.
Crepúsculo se detiene ante tus ojos.
¡Si tan solo tuvieras un pañuelo para secar tus lágrimas!
No llores, sigue andando.
Sumerge el sufrimiento en miradas taciturnas.
Calle deshabitada, ojos opacados en la oscuridad.
No tengas miedo de ser una más
en el inmenso mar de este universo tan banal.
Sigues derramando lágrimas insolentes que se deslizan en tus blancas mejillas,
sin ningún previo aviso.
Confía, este aroma de angustia se irá.
Llegas a reposar y los más impacientes recuerdos te atormentan
No llores, dulce niña.
El reflejo en tus ojos se desvía,
Junto con el camino aún no resuelto de tus días.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Tu ausencia

Sin ti la noche es noche sin estrellas,
Y una lágrima caerá
Al recordar el calor de tus besos.
Sin ti el todo se transforma en nada.
El fuego arde en la callada noche
Y nadie más pondrá en mi boca su amor.
Sin ti yo soy una oposición, una calamidad, una distorsión.
Es inaceptable esta dependencia
Pero nadie más conocerá mis sueños.
Sin ti soy como una flor sin olor,
Deformada por el dolor de la soledad.
¿Como dejar esta dependencia si por ella mi alma canta?
Intensa noche solitaria,
puedo hablar apenas con tu recuerdo.
Sentir como eras en aquella noche de invierno.
La mirada que no quería que se fuera.
Los besos antes del “hasta luego”.
El sentir te tu piel, los abrazos infinitos que se terminaron.
No queda nada,
mi piel ya no huele a ti.
No queda nada,
mis labios no te pueden besar.
No queda nada más que la melancolía,
que causaste al irte tan deprisa.
Me hace falta tu calor,
las estrellas no son las mismas.
Las palabras no tienen tanto impacto...
Vuelve y no dejes de amarme.
Vuelve y no te atrevas a olvidarme.
Intensa noche en armonía,
instantes de alegría,
estás, y ya no te irás.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Niña enamorada.


La niña enamorada, con ojos de pureza y desespero.
Bañada en vacías esperanzas, en sueños egocéntricos.
Por un momento lo admiró, ¡Por años lo amó!
Intentó omitirlo, se escondió en su mirada silenciosa.
En algunas noches lloraba, estaba creciendo enamorada.
Lloró en su delante, ¡Dulce drama!
Recitó sus versos y el se aprovechó.
Tuvo miedo y el la despreció.
Cambiaron las estaciones y ella se conformó.
Cuando la herida con esfuerzo se cerraba…
El interrumpía, ¡Todo parecía tan bello!
Caía nuevamente en el pozo de este amor platónico.
¡Apenas quería mantenerla a sus pies!
En un círculo vicioso ella lloraba y sonreía.
¡Amargo sentimentalismo!
Años después su mirada se transformó.
La niña dejaría de ser una esclava desconocida.
Se declaró, lloró y se marchó.
Por mucho tiempo pensó en el y en aquellas estaciones de dolor.
En poco tiempo la mujer despertó.
Y en algunas noches suspiraba,
¡Al recordar la niña enamorada!

viernes, 7 de septiembre de 2007

Conocer un nadie

Quisiera conocer un nadie, que brilla igual que en su niñez.
Ser un unicornio, un mito innecesario.
Quisiera crear un vagabundo, que me saque de mi insensatez.
Secar las lágrimas que mi alma solloza a diario.
Quisiera ver mi reflejo, no un vacío irreparable.
Encontrar la respuesta, para esta cuestionada existencia.
Probar el néctar de este eterno nudo que tanto aflige.
Quisiera olvidar la amarga despedida, recordar el dulce aroma de la belleza.
Descifrar el silencio, el grito inquieto.
Abrazar el dolor que todo asustó.
Talvez quisiera todo esto, talvez no quisiera nada.
Quisiera cuestionar el porque de mi respiro.
Porque el mundo gira y gira y no se detiene.
Entender aquellos que apuñalan sin avisar.
Quisiera salir de la mediocridad.
Cerrar los ojos y ver todo lo que nadie ha podido notar.
Observar el cielo y no temer la caída.
Ver mi sombra y no temer la vida.
Quisiera desahogarme, poder llorar un río de ilusiones.
Encerrarme en la noche taciturna y finalmente hallar lo deseado.
Quisiera, realmente quisiera querer algo.

viernes, 31 de agosto de 2007

Vacío Mortal


Días repetitivos, sórdida sonrisa.
Se escondió en un cuarto sin hablar.
Miedos sin sentido, olor sin perfume.
Sin lamentar nada empezó a llorar.
Poema sin rima, toque sin caricia.
Su corazón simplemente dejó de funcionar.
Ausencia sin molestia, gritos sin preocupación.
Sus padres entran y la ven sin respirar.
Llanto sin ardor, angustia sin dolor.
Se oyen las sirenas, en la calle desierta que ella solía estar.
Tristeza sin sufrimiento, muerte sin explicación.
La melancolía no desapareció, la herida no cicatrizó.
Y al final, dicen que nada sucedió.


lunes, 20 de agosto de 2007

Se fue

Y se fue, con todo lo que podía llevarse.
Rompiendo las futuras promesas.
Ahogando en llanto a quien más estimaba.
Se fue, con su tierna mirada y sonrisa despreocupada.
Ocultando en las sombras lo que un día solió ser lo más bello.
Fingiendo no sentir nada.
Reprimiendo el corazón con frías mentiras.
Provocando un dolor intolerable.
Llevando consigo muchos recuerdos.
Simples momentos llenos de la verdadera felicidad.
El rozar de dos manos, el suave olor de los besos.
Se fue, convirtiendo los días en pozos de melancolía.
Ignorando aquello que era innegable.
Hiriéndome de la manera más intensa.
Sin dejar rastro, sin pensar en nadie.
Simplemente se fue.

viernes, 17 de agosto de 2007

Ella


Ella era alguien que:
Tenía miedo,
tenía un nudo en la garganta, que ya no la dejaba respirar.
Y por eso,
sin dejar rastro,
soltó su último suspiro.
En aquella noche taciturna,
en aquel momento inusitado...
Sus gestos y mirada se desvanecían,
sus gritos se evaporaban,
mientras ella desaparecía.
Al frente de todos,
nadie lo notó.
Ella se transformó en un recuerdo,
y ya no era alguien.

lunes, 6 de agosto de 2007

Estoy cansada de dramatismos
De ridículas obsesiones
De la noche interminable.
No quiero dejar de sentir
Y volverme un robot de la sociedad.
Pero no quiero sufrir
Ni ser victima de mi soledad.
Ahorro energía para poder llorar,
Cuando tengo tiempo escribo,
Sin saber si llegaré a amar.
De mis preocupaciones huyo
Camino por la calle
Buscando algo que sea tuyo.
Una sonrisa o una mirada
Al volver seco las lagrimas
Y finjo una sonrisa despreocupada.
Estoy cansada de ver la lluvia caer
De ser una hipócrita disimulada
Y de no lograr admitirlo.
Si pudiera cambiar todo
Cerraría hasta la última puerta de mi pasado.
Dejaría todo atrás
Y me convencería que todo está extraviado.
Haría que dejara de llover
Me sentaría en la orilla del mar,
Para ver el sol nacer.

sábado, 4 de agosto de 2007

Las horas pasan
No tengo con que preocuparme.
Los aromas se evaporan
Tu ausencia empieza a molestarme
Los caminos se cerrarán
Y tu rostro iré olvidar.
Pero me niego a tenerte apenas en los sentidos
Siento los dedos congelados
Y mis pensamientos importunados
Falta aire para respirar
Movimientos que realizar
Un nudo en la garganta que tendré que tragar.
Los días pasan
Las angustias y temores aumentan
Suelo pasarla igual
Excepto cuando me pongo a pensar
Te tengo en pensamiento, te tengo dentro
No importa cuantos kilómetros de mí te tengas que separar
Ni cuantos días tenga que esperar.
Ahora y siempre te tendré.
Aunque sea una vida, te esperaré
Para poder sonreír más una vez.
Te esperaré amor, y luego te abrazaré.

Father

Dame tu mano, quería poder perdonarte.
Yo tengo miedo y tú lo sabes.
Pero no puedo fingir que nada ha pasado.
Yo era tan joven, y tu no supiste que decir.
No supiste tratarme con sutileza
Hoy me levanto en el medio de la noche y pienso en ti.
Recuerdo el día en que lo vi, el día que dejé de sentir.
No confío cuando puedo confiar, tengo frío cuando hace calor, lloro cuando no debo llorar.
Era en ti que necesitaba reposar, no podías romperme lo único que me quedaba.
No puedes romper el corazón de alguien que te amaba tanto, que confiaba tanto.
Inventaste mentiras estúpidas para ocultar tus temores, sin contar los míos.
Yo te vi decaer, yo te vi asustado.
Yo te vi ser un ser humano.
Ya no existía el amor que yo antes sentía.
Ya no sentía aquel cariño,
Yo apenas tenia miedo.
No necesitaba más hipocresía,
Yo apenas te quería a ti y el afecto que ese día perdí.

lunes, 9 de julio de 2007

Quería no preocuparme con mis sueños,
Con mis pesadillas.
Con estar sola, frente a la pared de ladrillos.
Bajo el cielo azul, pensé.
Pensé todo el día, en todo lo que era posible pensar.
Bajo la luna y la lluvia de aquella noche, cambié.
Descubrí mis deseos y enfrenté mis miedos.
Era la luna, las estrellas o talvez mi dolor.
Todo aquello que jamás había notado.
Que tenía miedo de notar.
La soledad, el temor y el desespero se juntaron en una sola acción.
En una sola lagrima.
Una lagrima que por sí, era solitaria.
Ya no te veré cuando quiera.
Ya no te abrazaré cuando llores.
Ya no podré amarte cuando necesite.
Pero te amaré, te amaré aunque no pueda.
Ya no me entregarás tu más perfecta sonrisa,
Ya no me beneficiaré con tu dulce mirada.
Pero te amaré, te amaré aunque no tenga fuerzas.
Ya no podré conversar de asuntos improductivos
Ya no podré echarme y sentir el latir de tu corazón.
Ya no podré dialogar sin hablar, apenas con tu mirar.
Pero te amaré, aunque no halla tiempo.
Te amaré aunque tenga que olvidar.
Te amaré aunque duela.
Te amaré porque no puedo evitarlo.
Te amaré porque solo eso logro sentir.

miércoles, 4 de julio de 2007

Recuerdo momentos que nunca existieron,
Lloro a personas que ya no están aquí.
Me faltan fuerzas para escribir,
Y hasta aire para respirar.
Como reclama mi alma inquieta,
Al inmortalizar el dulzor de aquella historia
Puramente mía e inocentemente frágil.
Tu delicada sonrisa, tu reservada mirada
Mi corazón vacío, mi esperanza arruinada
Los cuadernos dibujados,
Las canciones escritas,
Los diarios dedicados,
El inicio de los vicios,
El miedo de perderte
La angustia de no tenerte.
El pudor del primer amor en constante transformación.
Por que sigo dedicándote un espacio
Es como convencerme que ya no estás aquí
Y que realmente ya no siento nada por ti.
Para entregarlo todo o apuñalarme.
Como pude fundirme en esa mirada
Y olvidarme del mundo
Creyendo en algo que no existía
Como un vicio que mata lentamente
Lo que duele no es la nostalgia que me causas
Lo que duele son las cosas que por ti perdí
El vació que me dejaste
El miedo que en mi formaste.
Te llevaste algo mío
Y no puedo cobrártelo otra vez.
Ojala no te hubiera conocido,
Ojala no me hubieras hecho llorar
Ojala no hubieras creado esta herida,
Que jamás cicatrizará.